Las personas con pérdida auditiva van limitando su vida día a día renunciando a actividades que antes les llenaban de satisfacción. Es importante actuar a tiempo antes de que la pérdida auditiva nos impida relacionarnos adecuadamente.
Lo cierto es que la pérdida de audición llega sin que nos demos cuenta. Es más, nos vamos acostumbrando día a día a oír cada vez menos y es cuando esto se hace muy evidente cuando vamos a actuar.
Por esta razón debemos evaluarnos la audición de un modo regular, se recomienda al menos una vez al año.
Actividades tan comunes como salir a cenar, ir a ver una película al cine o, simplemente, reunirnos con los amigos pueden resultar una tortura para personas que no escuchan bien. Por eso podemos concluir que la pérdida auditiva limita la calidad de vida.